Como un flash...

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Se acercaba la noche y ella aun no sabía que prenda del closet elegir. Era una tarea muy difícil ya que parecía ser la noche donde la buena impresión importaba.
Salió de su casa y caminó muy lentamente para llegar con un leve retraso al punto de encuentro y así volverse un poco más importante. Parecía que tras cada paso que daba la primavera se asomaba por sus mejillas del nerviosismo. Al llegar a la base se desenvolvió muy tranquilamente, ya se sentía totalmente en confianza. Se sentó en un sillón junto a el y comenzó a disfrutar de la noche. La alegría era tal que parecía como si nunca hubiera reído en su vida. Con frecuencia cruzaba con el, palabras y miradas, compartían la risa y los recuerdos muy amigablemente, pero siempre formando parte del ambiente. El se desenvolvía de una forma cariñosa y simpática hacía ella, la trataba con ternura y afecto.
Así pasaron los minutos sin que nadie se diese cuenta. Mientras el cielo hacía lo suyo con el transitar del tiempo, el resto del mundo notaba lo activos que estaban.
De repente el ambiente se transformo, y todos comenzaron a olvidar lo que les aquejaba en el día.
El se mantuvo lejos por un momento, mientras ella intentaba distraerse por todos los medios, pero necesitó de su cercanía para conservar el pensamiento.
Sus manos intentaron quedarse en su territorio, pero solo hizo falta un roce para que se mantuvieran unidos todo el tiempo que restaba. Ella deslizó la mano suavemente por su cuello, mientras el se apoderaba de la otra para posarla en su espalda. Luego la abrazo por la cintura de esa forma, como si nunca la fuera a soltar. Así intercambiaron contactos una y otra vez, pero siempre guiados por el, mientras jugaban con sus risas y con la complicidad de sus miradas.
El mundo seguía ahí, pero ellos solo se encontraban el uno al otro. Jamás alguien la había tocado de esa manera, se sentía encantada y protegida, un poco loca y fascinada.
De repente ella se encontró con el resto de las personas sin quererlo. Ahí fue cuando se separaron, y el mundo volvió a girar. Le hacía falta un poco de aire, pero no era suficiente.
En el camino de vuelta a la realidad se dio cuenta de que a su lado ya no estaba, y no sabía si otra vez lo volvería a estar.
Ya era tarde, opto por acostarse a descansar, e intentar calmar las ganas de volver a sentirlo, pero fue ahí cuando sintió su olor en su cuerpo, y no quedo más que volver a soñar para sentir su roce otra vez.

Todos necesitamos espacio para soñar

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Esa mañana desperté muy cansada. Intenté acomodarme varias veces para volver a dormir, pero no lo lograba, así que mejor tome el celular y lo encendí para ver la hora.
Mientras el teléfono intentaba funcionar cerré mis ojos, era mi última esperanza; pero no me quedo otra que despertar, conocer el nuevo día y poner la maldita clave en el celular.
Sorpresivamente el aparato sonó indicándome que tenía un nuevo mensaje de voz, así que pulsé la tecla para poder escucharlo.
Y era el, sí, dejándome un mensaje muy confuso. Repentinamente el día ya no parecía tan malo, cerré mis ojos y lo sentí muy cerca, vi momentos pasados y volví a la realidad para re-escuchar el mensaje.
Lo mismo de nuevo, seguía siendo confuso, pero cada vez más esperanzador. Lo escuchaba decirme que estaba aquí, pero en el fondo no me creía lo que oía, así que tire el teléfono tranquilamente, mormuré palabras de decepción y cerré los ojos para escapar del deseo.
Cuando ya se hacía inevitable la llegada del nuevo día, prendí el computador para revisar mi mail y/o mi Facebook (ya no sé que es más importante), y perder mi tiempo en el amado MSN, pero para variar el Internet no estaba funcionando. Subí las escaleras para ir a ver el famoso aparato del Internet y acabar con el maldito problema, pero me encontré con algo más de lo que esperaba, y está vez no se trataba del Internet, ni de esas huevas' sin importancia; fue cuando volteé para bajar las escaleras, mi mirada de escapo hacía la pieza de invitados y se topo con una maleta desconocida. Cerré mis ojos fuertemente y los volví abrir con mucha confianza y optimismo, esperaba ver lo que se me había escapado. Entonces volví a encontrarme la maleta desconocida, resulta que esa hueva’ seguía ahí, yo no la estaba imaginando. Sonreí de esa manera, como cuando tu plato favorito está servido en la mesa de sorpresa; como cuando logras sacar la foto perfecta o mezclar las palabras correctas; sonreí como si lograra ver lo que no veía. Y me acerque, lentamente, con miedo, para ver lo que guardaba la maleta, para encontrarme con una sorpresa. Fue en ese instante cuando me dí cuenta que necesitaba volver a verlo, me dí cuenta todo lo que lo extrañaba, todos los años que habían pasado.
Se preguntaran que encontré dentro de la famosa maleta, bueno, pues ni una hueva’ importante. Era lo de siempre, una maleta más chica dentro de otra para poder guardarlas y ocupar menos espacio. Por supuesto que era una maleta nueva, eso explica por qué la poca familiaridad.
Al darme cuenta de el error, sonreí energéticamente, volví a cerrar los ojos con simpatía y seguí mi camino. MSN ya estaba funcionando para seguir mi rutina diaria. ¿Qué más esperaban?

Media Verónica

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Media verónica despierta, le molestó la luna por la ventana abierta.
Llegó una carta desde el frente el cántaro se rompe y se secó la fuente.

Va a decidir qué hacer cuando despierte del todo y borrar con la mano lo que ayer escribió con el codo.
habrá que ver, si la crónica verónica reacciona.
la verónica mitad, tiene muy poca maldad, pero está cansada de esperar.

Media verónica está rota, no tiene muchos años pero le hicieron daño.
rompió una lanza por la risa pero no tiene prisa y se ríe muy poco.

No va a saber qué hacer cuando no sople más viento,
no sabe distinguir el amor de cualquier sentimiento.
quiere vivir una vida diferente cada día
la verónica-mitad está en la flor de la edad pero está cansada de esperar.

En la ventana hay una nota: el pájaro no vuela, tiene las alas rotas.
Media verónica lamenta que el tiempo se consume y lo demás no cuenta.

La vida es una cárcel con las puertas abiertas.
verónica escribió en la pared con la tripa revuelta
nada que ver
no habrá flores en la tumba del pasado
la verónica mitad dice siempre la verdad pero está cansada de esperar.

quieren ver, no

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Estaba soñando con el día en que las nubes cayeran sobre mis manos coloridas, pero desperté cuando mamá salió del dormitorio para pegar un grito de liberación. Creo que lo escucho toda la cuadra, ya que cada vez que salía de casa para ir rumbo al paradero, la gente se asomaba para lograr ver algo que alimentara sus lenguas, pero al no ver nada, se daban media vuelta para irse decepcionadas.
Después de ese día, mamá no fue la misma, tampoco yo, ni siquiera él. Algo había cambiado en nuestros detallados pasos.
Intente recrear la situación para buscar respuestas ante los repentinos cambios de energía, pero no encontré nada más que un dulce bajo la cama de mamá.
Él me dijo que mamá sufría algo llamado “felicidad”, pero jamás me explicó de qué se trataba, solo menciono que había que estar atento.
La verdad es que yo me asuste mucho cuando dijo eso, no sabía de qué se trataba, ni mucho menos lo que podía hacer al respecto. Pero si recordaba que una vez en el parque de la esquina escuché a un hombre hablar de eso; también recuerdo que la gente lo miraba con extrañeza e intentaba ignorarlo.
En casa todos temían por mamá, pero con el paso del tiempo, todos olvidaron el tema y yo terminé quedándome con la duda. Él como siempre intento entregarme calma, para poder volver a fantasear, pero la verdad es que desde ese día, que no logró volver a soñar

Desvanécete

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Aleja las sonrisas tristes,
Los cuentos cortos.
Deja a un lado lo tuyo,
Olvida lo mío.
Vuelve a decirlo.
¡Vuelve!
Por tu última historia
Torcida de imaginación.
Abre la puerta y vuelve,
Con ese rose tramposo.
Y esa sensación fugitiva.
Deja mi movimiento inquieto.
Congélate, Acurrúcame, desvanécete,
Mientras las horas exactas se vuelven imprecisas.
Vuelve y escapa,
Vuelve ingenuo, vuelve a soñar.

Somos, estamos

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Un día, solo le hablaste y dijiste que te irías, sin muchas explicaciones, ni historias raras. No tenías mucho que decir tampoco, pero ella… ella si tenía muchas cosas que decirte.
Las cosas fueron muy extrañas los últimos días, tu animo difícil de llevar, sus secretos muy escondidos, tus bromas distractoras, y su extraño dolor de estomago. Era muy notorio como los dos intentaban ir contra el tiempo con cinismo; un poco de distancia, felicidad engañosa, y unos cuantos “todo va a salir bien”... Pero ambos sabían perfectamente que no iba a ser así, aunque como se dice: “La esperanza es lo último que se pierde”.
Estaría mintiendo si dijera que todo fue malo y penoso, porque con la próxima y repentina separación, aflorarían todos los sentimientos que ella guardaba con rencor hace bastante tiempo.
Ese último día, fue bastante complicado y doloroso. Con cada minuto que pasada, venía un recuerdo diferente a su cabeza, y que difícil fue intentar despegarse de todo eso, aunque, por supuesto la parte de despegarse del recuerdo no funcionó, porque ella no sirve para esas cosas, más bien se aferro a eso, para intentar cuidarse por las noches. Me da un poco de nostalgia contarte los últimos momentos en su cuerpo, fueron muy diferentes a todo lo demás, llenos de sensaciones nuevas, conversaciones con el espejo, mucha comida, y siempre acompañada del piso; no sé porque le gusta tanto tirarse al piso, será tal vez por la sensación de libertad, pero aun no lo entiendo, no sé si alguna vez notaste eso.
Bueno, aquí llegamos a la despedida: corta, o precisa, como quieras, pero ella necesitó más tiempo para terminar de decírtelo todo. No sabía como reaccionar a la situación, se sentía muy extraña y con una pena enorme, no encontró palabras para expresar nada, ni fuerzas para hacer la despedida más liviana, solo necesitaba tirarse al piso, es por eso, que cuando llego a casa lo primero que hizo fue derramarse como pudo en la alfombra, claro está, que antes cerro la puerta para que nadie la viera en ese estado. Te cuento que jamás fue buena para demostrar sus penas profundas en casa, siempre intentaba esconderlo todo para encontrarse a solas con ella más tarde.
Luego de esto, se lleno de excusas para esconderse todo el tiempo necesario. Si se mentía hasta a ella, yo no lo entendía, pero a ella ni eso le importaba.
Quien iba a decir, que todas estas cosas tuvieron que pasar, para que tu y ella se alejaran de verdad, para que separaran de una buena vez sus distintas historias y anécdotas, para que ella te bloqueara de su mente, y para que tu entendieras algunas cosas tal vez… Pero dime la verdad, ¿Alguna vez intentaste entenderlo? ¿Alguna vez te sentaste a pensar en lo que estaba sucediendo?

Angeles

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Someone's always coming around here trailing some new kill
says I seen your picture on a hundred dollar bill
and what's a game of chance to you, to him is one of real skill
so glad to meet you, Angeles

picking up the ticket shows there's money to be made
go on and lose the gamble that's the history of the trade
you add up all the cards left to play to zero
and sign up with evil, Angeles

don't start me trying now
'cause I'm all over it, Angeles

I could make you satisfied in everything you do
all your secret wishes could right now be coming true
and be forever with my poison arms around you
no one's gonna fool around with us
no one's gonna fool around with us
so glad to meet you, Angeles
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Hola, volviste.

Vamos por el comienzo.

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Digamos que la verdad es, que aun no se definir completamente que es lo que vino con el. Es importante señalar, los cambios en el techo de esa época, los tonos y movimientos, la luz y el sonido que deja caer naturalmente, es significativo porque aquí es donde te vuelves un poco nebuloso y confuso. Pero así comenzó todo: las gotas caían del cielo colorido, el frió se había ido, las sonrisas afloraban espontáneamente, y ella comenzó a escribir.
El bello abril obsequió el carmesí de sus mejillas para los momentos donde te asomabas, y fue escenario para el momento preciso, donde viene lo especial e inexplicable. Es el momento donde yo me vuelvo tú, y tú no se quien eres, pero ella dice que eso no es importante; si ella lo dice debe ser la verdad.
Aquí vienes una vez más, te llevas mis ganas de dormir, te apoderas de mi pensar, me sigues hasta el colchón una vez más.
A la mañana siguiente estabas aquí, junto al amanecer. Fue un ocasión muy particular porque es lo único que recuerdo de esa noche, te volviste borroso una vez más, y solo dejaste el sonido de esa guitarra al romper el día.
Ella dijo que era normal lo que pasaba, pero lo decía porque quería apoderarse de mí y de ti. Me arrepiento de haberle confiado mi amor a ella, lo uso de almohadón, cocinó en el, y lo utilizó como un pasatiempo.
… Mientras espero que las gotas que caen del cielo se hagan más continuas, ella aparece en mí con sus mejillas carmesí.

Ella.-

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La verdad, es que me pareció bastante especial esa sensación que sintió cuando él la rozó por primera vez con su mirada, pero nunca me atreví a sospechar algo, hasta que ocurrió el segundo encuentro. Podría decir que con esa segunda vez, incluso yo sentí mariposas en el cuerpo.
Siempre me impresiono mucho lo que ella sentía cuando él le sonreía, era como si nadie existiera. Siempre que esto sucedía, ella observaba detenidamente el momento, como en cámara lenta, y se detenía en el radiante gesto de su rostro, como sus ojos se achicaban hasta el punto perfecto, y como cambiaban sus facciones al momento preciso. No quiero sonar exagerada, pero era un espectáculo especial e inolvidable, incluso para mí.
Ella deseaba cada noche que esto ocurriera una y otra vez. Puede sonar un poco repetitivo, pero deberían presenciar el momento para lograr entenderlo, ¿Quién no desearía una sonrisa así?
Luego del frecuente deseo, ella se iba a dormir para encontrarse de nuevo con esta nueva sensación, y una vez más con el hombre que le llenaba hasta el rincón más oscuro de su menudo cuerpo.