Nos volveremos a ver, pero aún no.

A veces me pregunto que habrá más haya, y te veo a ti.
A veces cierro mis ojos y apareces tú, pero cuando los abro desapareces sin decir nada.
Te encuentro en olores, colores, lugares y hasta en emociones.
De vez en cuando te paseas por mis sueños. Es como si vinieras para ocasiones importantes. Nunca puedo esperar más que una visita fugaz, porque siempre te vas. A veces siento que me dejas, pero luego de pensarlo por unos minutos me retracto y me molesto un poco por pensar aquello. Siempre te recuerdo a ti y a mí sentados riendo, pero me entra el miedo y me cuestiono sobre tu imagen. A veces pienso que no es real y que la invente producto de mi tristeza, pero para dejar de pensar miro una foto tuya y me doy cuenta de que sigues aquí como siempre.
Solíamos conversar de la vida, cosas inútiles y algunas cosas importantes. Solías decirme cosas exactas, palabras justas y con frases perfectas sembrabas miles de sonrisas.
A veces me siento un poco tonta pensando en tu ausencia y me tiro a la cama cerrando los ojos e intento conversar contigo, normalmente me frustro no encontrando respuesta, pero lo sigo intentando.
En algunos momentos me dejo llevar y comienzo a llorar, pero solo me dura unos minutos porque te recuerdo haciéndome sonreír. Es como si dejar caer mis lagrimas fuera un mecanismo para recordarte con esas palabras en la boca, ¡sí! Esas palabras.
Ahora después de tantas risas solo hablo yo, e intento dejarme sentir tus respuestas.
A veces siento que me sigues con tu voz, y giro para encontrarme contigo pero no estas, y aunque siempre se que al voltearme no te veré, sigo haciéndolo para encontrarme con una sorpresa, pero parece que siempre es el viento que juega conmigo.
De vez en cuando las cosas se ponen difíciles por aquí, pero después de tantos malos momentos estoy tranquila porque sé que sigues aquí y que aunque mis ojos no me dejen verte, lo podré hacer algún día.
Nos volveremos a ver, pero aún no.