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Y ahí estaba tirada sobre mi cama intentando pensar, cerré mis ojos muy fuerte tratando que algún recuerdo apareciera iluminándome y sorprendiéndome, pero no, nada de eso paso y no tenia tiempo para esperar, abrí mis ojos y me dije: “no importa sigue adelante” así que me aferre a las ganas y comencé a caminar. Tal vez el futuro tenía preparado algo para mí y era eso lo que no me dejaba comunicarme con mis recuerdos. Pero aun así seguía cada noche pidiéndole a la luna ese brillo lleno de magia.
Cada mañana abría mis ojos intentando rescatar los buenos sueños de la noche, y miraba por la ventana intentando ver que me esperaba en ese día. Tal vez había mucho para mi haya afuera y yo no lo veía…

Salí en busca de mis sueños, mientras caminaba me llegaban algunos rayos de sol que poco calentaban pero hacían que las hojas que caían sobre mi, tuvieran vida. Cada rayo reflejaba un color distinto en ellas haciéndolas bailar. Deje de caminar por un momento, intente escuchar lo que el viento tenia para mi, pero fue imposible, así que retome mi camino, el cuál no conocía bien aún pero tenia esperanzas de llegar al final.
Y las hojas seguían cayendo creando un ambiente calido y mágico. Mire a mi alrededor intentando leer la mente de las personas, muy poco veía en ellas, pero ninguno de ellos notaba que las hojas estaban dando un espectáculo único y solo para nosotros.
Intentando seguir mi camino llegue a un lugar oscuro, sin vida y un poco aterrador diría yo. Me senté en un banco que tenia un cartel con mi nombre. Tal vez era una señal así que me quede, no tenia nada que perder. A los pocos minutos estaba durmiendo sobre el banco como si jamás en mi vida hubiera dormido. Mis sueños me decían que ese era el camino correcto, así que desperté y seguí adelante. Mientras caminaba volvían a mí los recuerdos… Cada minuto avanzaba por distintas memorias.

Al final del camino llegue a un lugar muy extraño, me sentía en la sima de mi vida, y volaba como siempre lo quise hacer. Sin cuestionar lo que pasaba disfrute cada segundo de este final. En este lugar nuevo encontré un lindo arco iris y ahí era. Ese era el verdadero final del recorrido y un comienzo lleno de brillo, de colores, lleno de magia, amor y sensaciones nuevas. ¿Para que mirar atrás si tenía esto que me ofrecía el futuro?
Puse un pie sobre este camino colorido y cerré mis ojos sin importar a donde me llevará.
Eso era lo que quería así que sin voltear me deje llevar por la magia que este hermoso arco iris me entregaba.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

fran tu posteo se viene
lueguiiiiito
:)

Anónimo dijo...

bueno ya te di mi opinion de este texto
solo espero que podamos caminar hacia adelante cada uno a su paso sin mirar atras eeen fin nada muy productivo el sgte post se viene mejor