
Digamos que la verdad es, que aun no se definir completamente que es lo que vino con el. Es importante señalar, los cambios en el techo de esa época, los tonos y movimientos, la luz y el sonido que deja caer naturalmente, es significativo porque aquí es donde te vuelves un poco nebuloso y confuso. Pero así comenzó todo: las gotas caían del cielo colorido, el frió se había ido, las sonrisas afloraban espontáneamente, y ella comenzó a escribir.
El bello abril obsequió el carmesí de sus mejillas para los momentos donde te asomabas, y fue escenario para el momento preciso, donde viene lo especial e inexplicable. Es el momento donde yo me vuelvo tú, y tú no se quien eres, pero ella dice que eso no es importante; si ella lo dice debe ser la verdad.
Aquí vienes una vez más, te llevas mis ganas de dormir, te apoderas de mi pensar, me sigues hasta el colchón una vez más.
A la mañana siguiente estabas aquí, junto al amanecer. Fue un ocasión muy particular porque es lo único que recuerdo de esa noche, te volviste borroso una vez más, y solo dejaste el sonido de esa guitarra al romper el día.
Ella dijo que era normal lo que pasaba, pero lo decía porque quería apoderarse de mí y de ti. Me arrepiento de haberle confiado mi amor a ella, lo uso de almohadón, cocinó en el, y lo utilizó como un pasatiempo.
… Mientras espero que las gotas que caen del cielo se hagan más continuas, ella aparece en mí con sus mejillas carmesí.
El bello abril obsequió el carmesí de sus mejillas para los momentos donde te asomabas, y fue escenario para el momento preciso, donde viene lo especial e inexplicable. Es el momento donde yo me vuelvo tú, y tú no se quien eres, pero ella dice que eso no es importante; si ella lo dice debe ser la verdad.
Aquí vienes una vez más, te llevas mis ganas de dormir, te apoderas de mi pensar, me sigues hasta el colchón una vez más.
A la mañana siguiente estabas aquí, junto al amanecer. Fue un ocasión muy particular porque es lo único que recuerdo de esa noche, te volviste borroso una vez más, y solo dejaste el sonido de esa guitarra al romper el día.
Ella dijo que era normal lo que pasaba, pero lo decía porque quería apoderarse de mí y de ti. Me arrepiento de haberle confiado mi amor a ella, lo uso de almohadón, cocinó en el, y lo utilizó como un pasatiempo.
… Mientras espero que las gotas que caen del cielo se hagan más continuas, ella aparece en mí con sus mejillas carmesí.