
Lo que más me llamaba la atención era que en cada lugar el cielo era diferente, y siempre maravilloso.
Bueno de a poco fui descubriendo que tenía este (si se puede decir) don. Y cuando me convencí, decidí aprovecharlo.
Hay que aclarar que el tener este don, tenía una consecuencia importante. El dejar de lado soñar por viajar era muy difícil, pero tenía su fin.
Me dije, que si podía hacer algo tan particular como dormir y despertar en otro lugar, podría hacer algo tan mágico como volar. Era algo difícil, pero no imposible creía yo. Es algo que siempre quise hacer, y estaba convencida de que lo lograría.
Cuando me sentí lista cerré mis ojos y me puse a dormir. Desperté en la cima de un cerro enorme. Parecía ser el momento…
Abrí mis brazos imitando a un pájaro (parecía algo lógico) y conté hasta 3.
1…2…3 y salté.
No podía ser posible, pero lo era. Estaba volando, como nunca nadie lo había hecho. Era impresionante.
Esta de más decir que eran mil sensaciones dentro de mí. Ni siquiera vale la pena intentar explicarlo, porque es imposible.
Nunca nadie sabrá lo significativo que fue, pero siento que mientras yo lo sepa está todo bien.
Luego de eso tenía muchos planes más para mi y este don, pero esta vez, se trataba de algo más normal. Solo que eso vendrá en el próximo volumen.